jueves, 30 de octubre de 2008

CRONICA DE UNA INJUSTICIA (I)

Hola me llamo Asier, un ciudadano español como otro cualquiera, que acaba de descubrir las mezquindades de los consulados españoles en América Latina.

Mi delito es haberme enamorado como tantas otras personas de una chica extranjera. En mi caso de una chica dominicana. Llevamos un año de relación, 3 viajes a República Dominicana, casi 2 meses de estancia , horas y horas de ordenador, bastante dinero en facturas de teléfono y un amor q cada día va a mas.

Nuestros problemas empiezan cuando me decido a que venga a visitarme en Navidad. Que conozca mi ciudad, mi casa, mi familia, poder convivir juntos 40 días aprovechar los 20 dias que tengo de vacaciones y si todo sale bien, decidir avanzar un paso mas en nuestra relación.

Ella me avisó, "Asier, aquí solo dan visados de turista a la gente rica, a mi nunca me lo darán". Yo incrédulo de mi, le dije que no, que tuviera Fe, que ella es una mujer trabajadora, solvente, con su dinero ahorrado, y sus propiedades. Es decir no es "millonaria".. pero esta por encima de la media Dominicana.

Y bueno, inciamos los Tramites, fui a la a web del Ministerio de Exteriores, Consulados, Santo Domingo, me leí la informacion, me baje el fichero con el impreso. y empezamos a movernos. Ella fue reuniendo sus documentos, y yo los mios.. y el principal era:

LA CARTA DE INCITACIÓN: Documento casi imprescindible, y al parecer casi obligatorio para conseguir un visado.
Busque en la red, información, requisitos, documentación a presentar, y como no, en pleno sigo XXI, un fichero para poder imprimirme la solicitud...¡¡¡NO HAY NADA!!! ni en la WEb del Ministerio del interior, ni en el de Exteriores...¡nada!... buscando buscando, encontré una pagina de ayuda a la inmigración... donde encontré la documentación mas o menos necesaria y ahí empecé a alucinar.. contrato de trabajo, nominas, irpf, escrituras del piso, empadronamiento de los dos, fotos, pruebas..... y SOLO PARA JUSTIFICAR EL ALOJAMIENTO!!!

Pero bueno, reuní la documentación y a falta del impreso pedí una mañana libre en el trabajo, y me fui a la comisaria. Me avisaron de que fuera pronto pues solo reparten 50 turnos. Y allí estuve a las 6:30 de la mañana, bastante gente en la cola y 1 hora y media por delante. Estabamos todos en frente de la Comisaria esperando a que a las 8 un hombre repartiera los tickets oportunos. Me pareció tercermundista.. pero son así las cosas.. cogí el numero, me "colé" en la oficina para poder pedir la solicitud a rellenar y ver si los documentos q tenian eran los necesarios. Con un poco de mala cara me los dieron. Espere tres horas a que llegara mi turno y me recibieron a las 11 de la mañana. La verdad es que el trato fue muy correcto, me dijeron que me llamarían en tres días para concertar una entrevista y que si faltaba algo me lo comunicarian. Y que si todo estaba correcto, en una semana tendría la Carta.

Me llamaron, tuve la entrevista, y alli me explicaron el porque de toda esa documentacion, y es que se habían endurecido las leyes, debido a los abusos del pasado, (gente q vivía alquilada en una habitación.. e invitaba a 6 personas..etc etc) y ahora solo se daban cartas a gente con solvencia, y un lugar adecuado para el alojamiento del invitado. A parte de todo ello, también me explicaron que toda la información pasaba a los ficheros de la Policía, y que yo como persona que invito, solo justifico el alojamiento, pero.. que tambien me hago responsable de que la persona invitada regrese a su pais en las fechas establecidas, y el no hacerlo supone incumplir una serie de leyes.. por las cuales podría ser condenado de 4 a 8 años y /o de 6.000 a 60.000€ de multa...

Me parecio correcto. Si todo eso ayudaba a que mi novia pudiera venir, ¡fenomenal! ...pero el Policia me avisó, "Asier, no todos los consulados se comportan igual, y muchos no dan a esta carta el valor que tiene y al ser un formato nuevo, incluso no saben exactamente que se acredita con ella"

De nuevo, me quedé alucinado, pero confiaba en el buen hacer de los consulados... POBRE INFELIZ!!


(siguiente... odisea del consulado español en SANTO DOMINGO)